.:: El abandono animal nos afecta a TODXS de forma directa e indirecta ::.

Cuesta creer que el abandono sea el principal problema de los animales de compañía en España, superando a las enfermedades mortales…

Y es que, pese a las cientos de campañas de concienciación que particulares, profesionales, medios de comunicación y redes, en España, en el año 2019, se han abandonado más de 138.000 perros y gatos, sin contar en esta fatídica cifra los que tienen la mala suerte de nacer y perecer en las calles, campos o lugares desconocidos.

Y lo peor es que esta cifra sigue estancada desde hace cuatro años.

Según el estudio de la asociación Afinnity, las principales causas de abandono son:
-El nacimiento de camadas no deseadas (15,3%)
-El fin de la temporada de caza (12,6%)
-El comportamiento del animal de compañía (10,8%)
-Los factores económicos (10,7%)
-Las vacaciones (1,2%)

Si nos ponemos a pensar, cuesta creer que más de 138.000 seres vivos sean abandonados por culpa del ser humano.

Y es que, estos motivos son perfectamente evitables con los conocimientos necesarios sobre tenencia responsable de animales. Y pese a que, incluido en Extremadura, se endurecen las sanciones por abandono animal, no es suficiente para que las personas se tomen en serio este delito.

Como individuos conscientes de lo que supone un animal, que es un ser vivo, somos responsables de él desde antes de adquirirlo hasta que termine su vida de forma natural. Así debería ser.

Abandonar a un animal supone una problemática que nos afecta a todxs lxs ciudadanxs de forma directa e indirecta.
Seguridad ciudadana: un animal abandonado en una población, ciudad o carretera pone en peligro la vida de, por ejemplo, un conductor si se atraviesa asustado o buscando cobijo, otros animales domésticos si llega buscando alimentado o refugio a otras casas cercanas, o si se asilvestra, aunque rara vez, puede atacar por miedo. La solución no es echarlo de donde llegue, si no castigar al abandonador y proporcionarle un refugio digno.

Salud pública: los animales abandonados, generalmente, no han sido vacunados nunca de las enfermedades mortales, incluidas que las que pueden realizar zoonosis (transmitirse a humanos). En estado de abandono, tampoco podrá ser vacunado y cualquier enfermedad podría estar latente, sumado a la problemática por extensión de los parásitos externos e internos.

Convivencia ciudadana: muchos vecinos de una misma ciudad empatizan con los animales callejeros y les proporcionan alimentos, cobijo y comodidades dentro de su situación de abandono, pero otros se quejan sobre esta actitud e incluso, llegan a asesinar a dichos animales de forma violenta o silenciosa (veneno) provocando fuertes disputas vecinales, dolor innecesario a sus cuidadores y en general, ninguno de las dos opiniones tiene la culpa: sólo el abandonador.

Endeudamiento social: En su impagable trabajo, recordemos que protectoras y asociaciones no son las que tienen la competencia de la recogida o rescate de animales abandonados en los municipios, aunque la mayoría de veces se hacen cargo de ello.
Tampoco los ciudadanos, que normalmente suelen ser estudiantes, pensionistas y jubilados.
Son los Ayuntamientos y los centros zoosanitarios los que tienen la competencia, y los recursos necesarios para ello. Cuando hay desidia institucional se provocan endeudamientos en los colectivos menos favorecidos; empobrecimiento, deudas interminables de las protectoras en los veterinarios, bote colectivo para sufragarlo, etc.
El abandonador es el único responsable de estos gastos: el animal NUNCA debió ser abandonado.

Mala imágen turística: Y no solo porque “afeen” el destino, si no porque un lugar, gracias a los medios y las redes sociales, puede hacerse conocido por culpa de tener un mayor número de abandonos, casos crueles de maltrato animal, etc, afectando directamente al turismo de ese pueblo o ciudad, y afectándo de forma indirecta al comercio local, hoteles rurales, etc, gracias a las campañas destructivas contra dicho lugar, y por convicción propia.

 Tras conocer esta grave problemática, nos preguntaremos: ¿qué podemos hacer nosotros?
Microchipar: Con el microchip identificativo, un 61,1% de los animales recogidos que llevaban microchip pudieron volver a su hogar, en algunos casos por obligación de ley. Sí bien, pese a tener microchip, un 45,5% no fueron devueltos a sus propietarios porque sus dueños no quisieron recuperarlos y se hicieron cargo las protectoras de animales.
Aún así, y pese a ser obligatorio por Ley desde el año 2002, el 88% de animales abandonados no tiene microchip.

Denunciar: No tengas piedad: si conoces un caso de abandono, ya sea de tu amigx, familiar, vecinx o desconocidx, avisa a las autoridades competentes lo antes posible. El abandonador debe ser castigado por ley y debe pagar por el delito que acaba de cometer, o que ha cometido. TÚ puedes salvar la vida del animal abandonado. 

Educa: Si posees los conocimientos necesarios, comprendes la problemática actual que representa el abandono animal, y quieres luchar contra él, educa: educa desde los más pequeños hasta adultos que estén equivocados. Mantente firme en tus ideas. Enseña a los más pequeños la problemática de una forma que puedan entender que está mal abandonar a un animal, y haz entender al adulto que nos afecta a todos por igual.

No compres animales: ¿comprarías a tu hijx, hermanx o amigx? Nuestra mascota es uno más de la familia y no necesita para nada tener un físico concreto ni un papel que acredite que lo tiene. Tampoco su carácter ni inteligencia es la misma en todos los animales de raza. Tener a un animal de raza no te hace mejor persona, ni te hace aparentar una mejor posición social ni económica: solo da a entender que no comprendes lo que supone comprar a un animal (sin hablar de las terribles condiciones que sufren los animales de criaderos legales e ilegales, y tiendas donde se exponen como objetos) y que has decidido colocar la apariencia por encima de su interior. En las perreras y protectoras de animales hay 17 abandonos por cada 1 animal comprado. Reconsidera estos números.

No obtengas animales “regalados” ni permitas las camadas: es similar a lo anterior. Por desconocimiento se piensa que una hembra “debe ser madre al menos una vez”, o que el macho “debe desahogarse”. Pero no. Esta “necesidad” solo se da en el ser humano consciente. Los animales se aparean por necesidad fisiológica sin entender lo que sucede después: las camadas de cachorros. Si son de raza permitimos por extensión que sean regalados o vendidos, siendo la última, además, ilegal. La primera sólo hace, por extensión, que otros animales de refugios no tengan opción a salir adoptados y estamos evitando la adopción de forma inconsciente. Y en algunos casos (el 50% según estudios) abandono del mismo animal que fue aceptado como regalo.
Lo mejor es educar a la persona que tenga el planteamiento de hacer criar a su perro.

Para los PPP (Perros Potencialmente Peligrosos): y no precisamente para ellos, si no para los propietarios o futuros propietarios. Es inadmisible que las perreras y refugios estén saturados de estas razas en su inmensa mayoría, superando incluso a los perros de caza.
Y todo por una adquisición irresponsable, sin contar con la problemática cría-compra-venta.
En este artículo te explican a la perfección la necesidad de la licencia por ley (el 70% de dueñxs, según estudio, NO POSEE DICHA LICENCIA), y en este otro artículo te explican de maravilla las necesidades de los perros considerados PPP para que, en un futuro, evites abandonarlo si ahora lo adquieres o ya lo has adquirido.
Regalarlo es abandonarlo. Buscarle un nuevo hogar, es abandonarlo. Son considerados PPP por culpa del ser humano. Recuérdalo: tú eres el responsable. Y si conoces a alguien que lo plantea, ayúdale y edúcalo para evitar problemáticas 

Colabora: si puedes hacerlo, adopta. Si no puedes adoptar, acoge temporalmente. Si no puedes acoger temporalmente, apadrina a un animal y hazte cargo de sus gastos en la distancia disminuyendo la problemática económica y mejorando su calidad de vida drásticamente por muy poco dinero. Si no puedes apadrinar, haz de transporte solidario a hogares definitivos, temporales o visitas al veterinario. Si no puedes transportar, hazte socio, o pertenece al Teaming de tu asociación más cercana.
Si no puedes ayudar económicamente, hazte voluntario de refugio y colabora en las tareas de medicación, alimentación y limpieza de los animales abandonados.
Si no puedes hacer nada de lo anterior, difunde casos, comparte y educa a tu alrededor. Pero esfuérzate por cumplir al menos tres puntos de todos ellos. 138.000 animales te necesitan.

Y recuerda: la problemática del abandono nos afecta a todos. Ya tengas o no mascota, debes evitar que la terrible cifra baje de la forma en la que puedas.

No consientas que nos afecte a todos de forma directa e indirectamente.

Un abandonador o un maltratador de animales no es una persona apta para que se encuentre en una sociedad evolucionada y equilibrada, y se le debe castigar duramente por provocar daños y problemas a la sociedad, y por saltarse la ley.

    Leave a Comment

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *